Quienes trabajan por cuenta propia, también llamados contractors, tienden a ser más proactivos, organizados y están acostumbrados a tomar decisiones y cumplir diversos deadlines. Todas éstas son cualidades muy valoradas por los empleadores.

Cada vez más profesionales se animan a dar el salto, a dejar la certidumbre que brinda un trabajo en relación de dependencia y convertirse en trabajadores autónomos o independientes.

A diferencia de lo que ocurría con generaciones anteriores, los jóvenes talentos de todo el mundo hoy parecen inclinarse más por trabajar por cuenta propia. Priorizan la flexibilidad que implica manejar sus horarios, la libertad de elegir las tareas e incluso las personas con las que desean trabajar, en detrimento de algunos beneficios que brinda el empleo a tiempo completo en su forma más tradicional, como por ejemplo ingresos constantes a fin de mes o vacaciones pagas.

Trabajar por cuenta propia suele llevar a que el profesional se vuelva más proactivo, más organizado o que tenga que tomar decisiones y aprender a priorizar el trabajo, de modo de cumplir diversos deadlines. Todas éstas representan cualidades muy valoradas por un empleador. 

Por lo general, se conoce como contractors a aquellas personas autónomas o “cuentapropistas” a las que una compañía contrata para trabajar en un proyecto determinado.

Para una compañía acudir a los contractors tiene múltiples beneficios. 

Contratación a medida

Al emplear a un contractor, la empresa podrá seleccionar a quien considere más adecuado para la función específica que necesita cubrir.

Puede ocurrir, en ocasiones, que una compañía busca a un empleado para cubrir una necesidad puntual, que no necesariamente se extenderá más allá de un período determinado.

¿Pero qué ocurre una vez que la necesidad puntual ya ha sido completada? En caso de que la compañía hubiera empleado a una persona a tiempo completo, tendrá a una persona en su nómina que puede no necesitar.

A sabiendas de que esto puede ocurrir, las compañías que ofrecen modalidad de trabajo full time, a la hora de tomar un candidato para un puesto ponen entonces en la balanza no solo si la persona es la más adecuada para el puesto. También si podrá adaptarse a otro en caso de que la necesidad puntual para la que se lo contrata se termine.

Todo esto se resuelve mediante la contratación de una persona para la tarea específica o necesidad puntual que se tiene en el momento, a través de la modalidad contractor.

Motivación constante del contractor

Otra de las ventajas que pueden encontrar las compañías que opten por contratar a un profesional independiente está en la motivación. Es muy común que la motivación de un empleado tienda a disminuir con el paso del tiempo, producto de ingresar en una suerte de “zona de confort”.

Sin embargo, al tratarse de contrataciones menos perdurables, la posibilidad de que la persona contratada muestre niveles de fatiga o desánimo tiende a reducirse. En ese mismo sentido, si la persona en cuestión lo hiciera, o si no cumpliera la tarea para la que se lo contrató de manera satisfactoria, la contratación de un contractor es menos rígida que la de una persona contratada directamente por la empresa a tiempo completo.

Por lo tanto, el costo de haber elegido a la persona incorrecta para la tarea es menor y subsanar el error será menos dificultoso.

Talentos globales

Con la irrupción del trabajo remoto, o teletrabajo, para las compañías también se ha abierto el abanico de posibilidades para elegir contractors que residan en otras partes del mundo. Para el caso de las empresas cuyos ingresos sean en dólares o euros, incluso, el menú es todavía más atractivo.

Es que muchas firmas podrán usar, como incentivo, contratos en monedas más fuertes que la del país en el que resida el contractor, haciendo que la propuesta luzca aún más atractiva.

Esto es lo que está ocurriendo con muchos profesionales independientes de países como Argentina, que ante la persistente devaluación de su moneda y los elevados niveles de inflación se inclinan a favor de las oportunidades que les signifiquen un ingreso en dólares.

Para la compañía, la posibilidad de contratar talentos de cualquier país abre un abanico de posibilidades en lo que respecta a los conocimientos, experiencias, capacidad de adaptación y amplitud cultural de los postulantes.

Pero la decisión de trabajar con contractors muchas veces se dificulta por desconocimiento de temas de compliance. Ping, como plataforma de pagos internacionales, se encarga de asegurar el cumplimiento de las normativas correspondientes a cada país para facilitar la contratación de talentos a lo largo de todo el mundo.